ÉXTASIS

Éxtasis




INFORMACIÓN GENERAL
Las drogas de síntesis (popularmente conocidas como "drogas de diseño") son sustancias fabricadas por síntesis química, es decir, sin sustancias naturales. Generalmente, son compuestos derivados de las anfetaminas a los que se suele añadir algún elemento de efecto alucinógeno. De entre todas las drogas de síntesis, la más usual es el éxtasis. Su nombre científico es 3,4-Metilendioximetanfetamina (MDMA).

FORMA DE ADMINISTRACIÓN
El éxtasis se puede presentar en forma de comprimido o crista, aunque también se puede encontrar en forma de polvo o dentro de cápsulas. Aunque la vía más frecuente es la oral, también puede ser inyectado o esnifado.

EFECTOS




Los efectos del éxtasis son de tres tipos: estimulantes, facilitadores de la comunicación y alteradores de la percepción de la realidad. Es importante tener en cuenta que la presencia de sustancias adulterantes es habitual y resulta difícil saber con precisión qué componentes contiene aquello que se vende como éxtasis. Por ello, los efectos y su duración pueden variar.
Los primeros efectos pueden tardar en aparecer entre 20 y 90 minutos, y pueden durar hasta 4-6 horas, en función de la dosis y de la persona. El éxtasis actúa fundamentalmente sobre la serotonina (un neurotransmisor), lo que genera síntomas como los que se detallan a continuación:
- Amplificación de las sensaciones emocionales.
- Sentimientos de cercanía hacia los demás, de confianza y empatía. Incremento de la necesidad de comunicarse con los demás, deseos de abrazar y besar a los otros.
- Sensación de confianza en uno mismo y de alta autoestima.
- Mayor deseo sexual.
- Sensación de bienestar y felicidad, desinhibición, euforia, estimulación o calma.
- Modificación de las percepciones sensoriales.

Otros efectos comunes tras el consumo de éxtasis son:
- Efectos sobre el corazón: taquicardia, arritmia, hipertensión...
- Sequedad de boca, sudoración, contracción de la mandíbula, temblores, deshidratación, aumento del estado de alerta...
- Dosis elevadas pueden provocar ansiedad, pánico, insomnio, confusión y alucinaciones.





TOLERANCIA Y DEPENDENCIA
Al consumir éxtasis con frecuencia, se suele desarrollar tolerancia (cada vez es necesaria una mayor cantidad de sustancia para obtener los mismos efectos). Sin embargo, al aumentar las dosis, también se incrementan los efectos secundarios (tensión mandibular, malestar general tras el consumo, etc.) al tiempo que se potencian los efectos estimulantes o relajantes, disminuyendo las sensaciones de bienestar y conexión con los demás.

RIESGOS
Unas horas después del consumo, desaparece la euforia inicial, que es sustituida por un estado de agotamiento, cierta tristeza, ansiedad o agresividad. Esta segunda fase, que puede durar varios días, aumenta el riesgo de que se repitan los consumos.
Algunos otros riesgos físicos y psicológicos que puede acarrear el consumo de éxtasis son:
- Elevación de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial.
- Subida de la temperatura corporal (conocida como "golpe de calor"), con riesgo de deshidratación.
- Tensión mandibular.
- Dilatación de las pupilas, movimientos oculares involuntarios, distorsiones visuales.
- Pérdida de apetito.
- Temblores y convulsiones, sudores, mareos...
- Insuficiencia renal y hepática.
- Crisis de ansiedad, trastornos depresivos y alteraciones psicóticas (sentimiento de no ser el mismo, de volverse loco...).
- En consumidores habituales de dosis altas y continuadas de éxtasis, se puede producir pérdidas de memoria y alteraciones en el estado de ánimo.

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